Cuando empecé a hojear
'Los días lábiles' no tenía intención de leerlo aún, pero fue imposible
soltarlo. Me paseé por sus páginas con avidez de lectora hambrienta, y me picó
el gusanillo de la curiosidad. La verdad es que el formato del libro me sedujo
ya de entrada, y que incluyera, antes de cada relato, una breve reseña
biográfica de su autor, me pareció muy acertado. De las historias que se
cuentan puedo decir que todas provocan algún tipo de sensación, que algunas son
realmente impactantes, y que ninguna te deja
indiferente.
¿Qué me han transmitido a mí? ¿Cómo definirlo en pocas palabras?
YO QUÉ SÉ, de Eugenio Asensio: rebelión ante la injusticia laboral; LA
SENTENCIA DE ISMAEL, de Amanda Gamero: angustia y desesperación; ESTAMPAS DE
OPORTO, de Jorge Gamero: sensualidad, erotismo; LA DECISIÓN, de Mercedes
Gascón: intención póstuma; EL ANOCHECER EN PRAGA, de Javier López: trágico
ultimátum; LA VIDA DETENIDA, de Herminia Meoro: dramática sorpresa; OJALÁ ESTO
PUDIERA SER CANCIÓN, de Mariela Puértolas: complicidad narrador-lector; LEJANA
COMO EL ÁLGEBRA Y LA LUNA, de Susana Tomás: siento que he estado en Nueva York,
sin haber estado; SABINA ESTABA LEYENDO A GOMBROWICZ, de Lara Vázquez:
metamorfosis, proyecto.
Mi más sincera enhorabuena a estos nueve autores (Club
Marina) porque he disfrutado tanto de sus relatos que no quería terminar el
libro. Además, y a pesar de que cada uno tiene su estilo propio y diferente,
debo añadir que la calidad narrativa que derrochan es indiscutible. Deseo que
tengáis todo el éxito y la suerte que merecéis. Y no me cabe la menor duda de
que así será.
Mar Montilla
Escritora