La
brevedad lleva asociada una de las principales exigencias del género: la
condensación temática. El cuento debe producir en el lector un impacto, un
efecto único, de manera semejante a la recepción de un poema.
El
escritor E. Vila-Matas en el excelente ensayo Los cuentos que dibujan la
vida destaca precisamente la proximidad entre éste género y la poesía:
«Tanto
la poesía como el relato tienen un evidente paralelismo, pues provienen de la
tradición oral y son breves, y, además, debido a esas dos características, han
de cumplir el requisito de ser significativos y concentrar en ellos nada menos
que toda la vida (…) ».
Coincide
Vila-Matas en esencia con las definiciones clásicas del género, a pesar de que
constata la dificultad de establecer una que abarque todas las posibilidades de
esta «forma literaria tan exigente» que «admite grados de condensación casi
poéticos» sin perder por ello «su esencial ritmo narrativo»
Àngels
Campos Martínez.
Filóloga.
Catedrática de Lengua castellana y literatura.
Soy una lectora rendida a este género/ en el que también hice mis pinitos. Su concisión exige dominio del lenguaje y las técnicas narrativas. Mucha suerte con el libro!!!
ResponderEliminarSoy una lectora rendida a este género/ en el que también hice mis pinitos. Su concisión exige dominio del lenguaje y las técnicas narrativas. Mucha suerte con el libro!!!
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